Santo Domingo.- “Ya sí que encontró su tusa…”, suelen decir muchas personas cuando alguien malcriado se da con otra que es respondona o le ‘canta’ sus verdades. Al corazón o eje de la mazorca del maíz, una gramínea que representa el sustento alimenticio de muchas culturas y ofrece como otras plantas beneficios al ecosistema, se le ha dado un uso muy versátil.
De acuerdo con Milcíades Mejía, ex director del Jardín Botánico Rafael María Moscoso, cuando al maíz desde se le desprenden los granos, su tusa por tradición ha estado en muchos escenarios cotidianos.
De ahí que el solo citar el verbo tusar tiene muchas connotaciones.
“Cuando una persona ha tenido un corte de pelo muy mal, le dicen: te tusaron; cuando un gallo le cortan las crestas, plumas de los muslos y espaldas para pelear, se dice hemos tusado el gallo; en nuestros campos se usó como piedra pome para limpiar los pies y en los los baños era una tradición, ya sí encontraste la tusa de…”, comenta Mejía en tono jocoso.
La tusa, también refiere el botánico Mejía, cuando se ha guayado el maíz y le queda mucha fécula, la usan para alimentos de perros y en la agricultura la toman de abono orgánico para fertilizar suelos.
Por su composición orgánica y característica porosa, sirve para acorar las orquídeas y otras plantas que requieren superficies de ese tipo paras crecer, según Ricardo García, director actual del Jardín Botánico.
García agregó que la tusa ha servido por tiempo para tapar botellas de vinagre o vinos caseros en sustitución del corcho.
El maíz per sé se desarrolla en tres meses y pare de una a tres mazorcas.
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